No soy ningún poeta. No amo las palabras por las palabras. Amo las palabras por lo que son capaces de conseguir.
[Patrick Rothfuss]

viernes, 6 de abril de 2012

Tres historias de pintores

Inspiración
Tras la muerte de su esposa el pintor tuvo un éxito alarmante, sus cuadros parecían saltar de los marcos y rondar las paredes de las galerías. Cuando le preguntaron si su difunta mujer era inspiración para tanta vida él sonrió. Cuando le preguntaron si la extrañaba soltó una carcajada.

-Lo que me inspira, admitió por fin, es una musa que mi esposa encerró por diecisiete años en el armario.

*
La paga
-Tú pintabas con el corazón, Martín. Tú creías en el arte, hacías esto por amor. ¿Qué demonios te pasó, hermano?
-Hay Luis -murmuró el aclamado artista contemporáneo- pasó que empezaron a pagar, eso pasó.

*
El suicidio
Luego del desastre de su exposición lo único que quería Fernando era tirase por la ventana, pero ya no tenía ni casa dónde mover una cortina. Entonces decidió darle uso práctico al último litro de pintura azul que le quedaba; metió su cabeza en lata y se ahogo en el azul del cielo. Su cuerpo se balanceó y cayó sobre un lienzo roto, su último suspiro formo un charco de pintura, saliva y la vida que se la había ido.

El lienzo fue nombrado cuadro, el cuadro se vendió en millones, los millones los heredó su viuda, su viuda llevaba cuatro años sin vivir con él. Al cuadro le pusieron "El suicidio".

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